La Actividad Física y el Deporte es un hecho referencial en nuestra sociedad que incide en los ciudadanos desde diferentes puntos de vista (salud, ocio, educación, etc). La Constitución Española proclama en su artículo 43.3, que los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte, y que facilitarán la adecuada utilización del ocio de los ciudadanos. Gracias al impulso otorgado al deporte por los poderes públicos, en cumplimiento de aquel mandato constitucional, España ha experimentado en las últimas décadas un extraordinario desarrollo deportivo, y la actividad física ha pasado a constituir una parte importante de los hábitos diarios de los ciudadanos, formando parte de la denominada economía del ocio, y explicando el crecimiento espectacular de las actividades profesionales en torno al deporte. Por todo ello, el interés en la Actividad Física y el Deporte y todo lo que la rodea es una realidad en la sociedad española.
Los actuales currículo del área de Educación Física en las etapas de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria hacen hincapié en que esta área tiene en el cuerpo y en la motricidad humana los elementos esenciales de su acción educativa y se orienta al desarrollo de las capacidades vinculadas a la actividad motriz y a la adquisición de elementos de cultura corporal que contribuyan al desarrollo personal y a una mejor calidad de vida. Esta meta debe dar respuesta a aquellas necesidades que conduzcan al bienestar personal y a promover una vida saludable.
Asimismo señala que a estas edades se debe fomentar especialmente la adquisición de capacidades que permitan reflexionar sobre el sentido y los efectos de la actividad física y, a la vez, asumir actitudes y valores adecuados con referencia a la gestión del cuerpo y de la conducta motriz, orientándose el área a crear hábitos de práctica saludable, regular y continuada a lo largo de la vida, así como a sentirse bien con el propio cuerpo, lo que constituye una valiosa ayuda en la mejora de la autoestima.
Por otra parte, la inclusión de la vertiente lúdica y de experimentación de nuevas posibilidades motrices puede contribuir a establecer las bases de una adecuada educación para el ocio, señalando de forma expresa que el área de Educación Física contribuye especialmente al conocimiento, la práctica y la valoración de la actividad física como elemento indispensable para preservar la salud.
En la sociedad actual se hace imprescindible la práctica de la actividad física, pero sobre todo su aprendizaje y valoración como medio de equilibrio psicofísico, como lugar de prevención de riesgos derivados del sedentarismo y, también, como alternativa de ocupación del tiempo de ocio. La OMS, en su informe del 2002 (Informe sobre la salud en el mundo), indica que la morbilidad, la mortalidad así como la discapacidad son debidas a enfermedades prevenibles, estando causadas el 66% por la inactividad física, el sedentarismo y la obesidad asociados estos problemas a factores nutricionales. El incremento temprano de estas enfermedades crónicas no transmisibles es cada vez mayor en jóvenes, debido a estilos de vida inadecuados. Por ello, las políticas nacionales deben impulsar a intervenir promoviendo programas para la prevención y promoción de la salud utilizando la actividad física como medio para lograr tal fin. La Universidad no debe ser ajena y debe formar a profesionales en este ámbito para alentar buenos hábitos a lo largo del ciclo vital para mantenerse activos durante toda su vida.
Estas consideraciones son extensibles como valor intrínseco de la práctica de la actividad física al resto de los momentos considerados en el ciclo vital, teniendo justificación este hecho en la importancia que en este tiempo alcanza el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida. Así, la promoción de estilos de vida activos y de uso de la actividad física en la ocupación del tiempo de ocio, desde una orientación educativa y formadora, supone la creación de espacios donde la ciudadanía, con independencia de su edad, pueda beneficiarse de profesionales que implementen procesos y desarrollen estrategias con una orientación educativa y no de rendimiento, para la facilitación por los diferentes colectivos de actitudes, conocimientos y hábitos positivos hacia la práctica de la actividad física como medio de conservación de la salud y prevención del deterioro físico y psicológico.