Ventajas del Título en la UGR

Sin lugar a dudas, la antigua licenciatura de la que es heredera legítima este grado, poseía “una tradición reconocida a nivel general”, y que “dentro de la Universidad parece contar también con el peso específico debido a su solera”.

Esa solera se asentó, en este siglo entre los cincuenta y los setenta, cuando a la configuración de una Licenciatura en Filología Románica en un plan de estudios coherente, con una transversalidad que ahora se recupera en parte se sumó la presencia de grandes maestros (Orozco, Alvar, por citar sólo dos de un grupo muy distinguido), y prosiguió en los ochenta como Filología Hispánica, ya en el nuevo marco de una Universidad más masificada y más democrática. Entonces y ahora el núcleo de la labor didáctica e investigadora se ha asentado en los Departamentos de Lengua Española y Literatura Española, con sus materias y asignaturas correspondientes, dado que cubren, en efecto, todas las vertientes del estudio de la lengua española, en su estructura y pragmática, en sus variedades y en su diacronía, y todas las del estudio de la literatura en español, en su teoría, su historia y su crítica, en la Península y en América.

En su estado actual, la titulación tiene una posición relevante y una significación importante en el contexto general de la UGR y de las Humanidades dentro de ella. Sigue estando en segundo lugar por número de alumnos dentro de la Facultad de Filosofía y Letras.

Todo esto hace que, aunque es un grado que bien pudiera estudiarse en otras universidades, es la Universidad de Granada y su grado de Filología hispánica, un referente a nivel nacional, tanto en Lengua española como en Literatura, como demuestran la afluencia de alumnos procedentes del resto de Andalucía, así como del resto de España (programas de movilidad nacional SICUE-Séneca), de Europa (programa Erasmus) y de América.