A pesar de que la Logopedia es una disciplina relativamente reciente en el campo científico, ha avanzado de forma espectacular a lo largo del Siglo XX e inicios del XXI. Los servicios logopédicos son demandados desde ámbitos clínico-hospitalarios, educativos, sociales y asistenciales y los profesionales de la Logopedia desarrollan su actividad profesional en la atención a las personas con problemas comunicativos a lo largo de todo el ciclo vital, desde la atención primaria a la geriátrica con la finalidad de desarrollar y potenciar la intercomunicación. Se atiende a los trastornos del lenguaje en la infancia, sean específicos o generalizados, a los deficientes auditivos, a las personas que presentan trastornos del habla y del lenguaje como consecuencia de diferentes traumatismos y lesiones cerebrales, a las limitaciones del lenguaje debidas a insuficiente estimulación, a las minorías lingüísticas, a los problemas de voz y dicción, a la superación de las dificultades de la deglución y otras funciones alimentarias, a los problemas del lenguaje de origen psicopatológico, a las dificultades lingüísticas asociadas a los síndromes que conllevan retraso mental y del lenguaje y, en general, a todas las personas que deseen mejorar su habla y su competencia comunicativa.