Interés social, profesional y científico

Interés social

La criminalidad es uno de los problemas que más interesa y preocupa a los ciudadanos españoles, como indican los resultados de las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Debido a esta preocupación y al aumento constatado de la criminalidad en los últimos cinco años, las instituciones y la administración precisan de un mayor número de recursos con formación suficiente para enfrentarse a este fenómeno: cuerpos y fuerzas de seguridad, administración de justicia (jueces, fiscales, abogados, auxiliares y peritos), equipos técnicos especializados, instituciones penitenciarias, instituciones de reforma, centros de cumplimiento de medidas, programas de prevención del delito, oficinas de ayuda y asistencia a las víctimas, etc.

La demanda de más seguridad implica, necesariamente, un cambio en las estrategias de control y prevención del delito, como queda reflejado en las drásticas reformas legales y en las nuevas iniciativas empresariales en relación con la seguridad privada, y aquí se encuadran los nuevos estudios en criminología, ya que se requiere una mayor formación en esta materia para cubrir las ofertas de empleo público y privado asociadas.

La función más importante de la criminología es informar sobre la criminalidad. Dentro de este objetivo resulta de especial interés la detección de los problemas y circunstancias que coadyuvan a la aparición del delito. Por esta razón en los países con larga tradición criminológica, la figura del criminólogo es común a las instituciones en su función de análisis de la realidad criminológica y las propuestas de control y prevención del crimen, elaborando estrategias de prevención-intervención de la criminalidad existente o previsible, ya sea a nivel de prevención primaria, secundaria o terciaria, mediante planes de integración social, de lucha contra la drogodependencia o la prostitución, actuación urbanística, formación integral de individuos o análisis situacional del delito, entre otras.

Interés profesional

El ejercicio profesional de la Criminología, no sólo se corresponde con un interés científico cada vez mayor por el delito, el delincuente, la víctima y el control social, sino también con la exigencia social de una respuesta eficaz frente al delito, como ya se ha expuesto anteriormente. La formación multidisciplinar del criminólogo le permite intervenir tanto en las esferas de prevención de la delincuencia como de reacción frente al delito. La titulación tiene como objetivo final la de formar profesionales preparados para asumir las responsabilidades en el extenso campo de la Administración de justicia y de la seguridad pública o privada.

Sectores dentro del ámbito público

La policía, puesto que además de su función de control y prevención de la criminalidad, es el primer puente entre el ciudadano y la administración de justicia, y, por tanto, el primer filtro de selección de la criminalidad. Esta institución debe, además, relacionarse con grupos de riesgo tanto desde el punto de vista delictivo como victimológico: marginados, menores, mujeres, reincidentes, etc., así como seguir las directrices en lo relativo a la aportación de pruebas y datos que permitan al juez tomar sus decisiones. Aunque son numerosos los policías con alguna titulación en criminología (figura del policía-criminólogo o criminalista), el potencial de desarrollo es aún mayor; en especial, en los programas comunitarios y de prevención, donde pueden llevarse a cabo tareas de investigación, planificación y asesoría en la toma de decisiones.

Dentro de las instituciones penitenciarias, el criminólogo puede aportar conocimiento científico del hecho criminal, así como medios instrumentales para su tratamiento, evaluación y pronóstico; actuar como coordinador de los equipos o incluso controlar el seguimiento mediante dispositivos telemáticos; es decir, que su función no tiene por qué limitarse a aspectos psico-sociocriminológicos y jurídicos, sino que puede abarcar también otros eminentemente prácticos.

En otros países, el ámbito judicial ofrece campos como los informes criminológicos judiciales. Además, está la asistencia al juez de vigilancia penitenciaria en el control de permisos de salida o de la libertad condicional, así como la asunción de funciones decisorias y consultivas, o el estudio de los factores psicológicos y sociológicos que intervienen en la reinserción.

Las oficinas de atención y los servicios de apoyo a las víctimas constituyen también ámbitos de gran futuro profesional (menores, mujeres y personas mayores). De hecho, el artículo 16 de la L.O. 35/1995, de 11 de diciembre, autoriza la creación de las Oficinas de Asistencia a las Víctimas, con cargo a fondos estatales y que den respuesta a las necesidades e intereses de las víctimas, una de las partes del conflicto penal hasta ahora olvidada. La víctima necesita un interlocutor válido que le escuche, responda a sus inquietudes y restablezca su equilibrio emocional. Además, hay que velar por sus derechos sustantivos y procesales. Los profesionales indispensables para realizar tales labores deberán tener una formación criminológica. En este sentido, el Servicio de Atención a la Víctima, puesto en marcha por la Junta de Andalucía, ha sido pionero en exigir la formación criminológica a sus trabajadores.

En el terreno de la marginalidad existen ámbitos profesionales interesantes como el de la drogadicción.

En las políticas de seguridad, el criminólogo puede tener un lugar en los órganos locales de prevención. Algunos ayuntamientos se plantean ya la creación de un cargo de criminólogo (o similar), que tendría como funciones la de estudiar la evolución de la delincuencia en esa zona concreta y plantear las estrategias que, desde las instituciones locales y con la maximización de los recursos disponibles, sean las más adecuadas para controlar y prevenir el delito.

Sectores dentro del ámbito privado

Un campo de gran potencial y prácticamente inexplorado es el del criminólogo en la seguridad privada, en relación con la gestión de empresas, análisis de riesgos, tecnologías de la seguridad o planificación y gestión de la seguridad. Este tipo de actividades se consideran auxiliares a la Seguridad Pública, por lo que es necesario que el personal con estas funciones posea unos conocimientos científicos y profesionales suficientes para garantizar una actuación correcta. El rigor a la hora de atajar o prevenir un problema de criminalidad es esencial para que se observen los límites marcados por los derechos fundamentales y libertades públicas, así como las leyes que desarrollan el ámbito del ejercicio de la seguridad privada.

Interés científico

Las nuevas formas que adopta la delincuencia es reflejo de la complejidad de la moderna sociedad del riesgo. Es, por ello, necesario contar con unos estudios científicos específicos que tengan como objetivo analizar la realidad criminal desde una perspectiva interdisciplinar a la par que global, con el fin de aportar instrumentos con los que el Estado pueda luchar contra la criminalidad dentro del más cuidadoso respeto por los derechos y garantías del ciudadano constitucionalmente reconocidos.

En el año 2003 la Criminología adquiere en nuestro país el reconocimiento de estudios oficiales universitarios, y es ya una ciencia con un campo científico propio y autónomo. Como señala el RD 858/2003, “el criminólogo es un experto que dispone de una formación científica, de carácter interdisciplinar, en los distintos aspectos relacionados con el hecho criminal o con la conducta desviada”.

La aportación de la Criminología a la ciencia se refleja en las investigaciones realizadas en diversas universidades europeas y americanas y, posteriormente, en universidades españolas. A este respecto, destacan las investigaciones sobre el control social, las bandas juveniles, sobre la violencia de género, sobre la drogadicción como factor criminógeno o las encuestas de victimización, todo ello con un enfoque integrador y preventivo como componente de propuestas de políticas sociales públicas. Existen programas de doctorado en materia criminológica en distintas universidades españolas que permiten una continuación formativa de este Grado. En este sentido, cabe destacar la actividad de la Sociedad Española de Investigación Criminológica (SEIC) y de la Sociedad Internacional de Criminología y Sociedad Europea de Criminología, que llevan a cabo una extraordinaria labor de estudio, difusión y debate de investigaciones criminológicas.