Interés Social, Profesional y Científico

La Historia del Arte ha buscado superar los límites del tradicional saber humanístico, limitado al ámbito académico-universitario, para alcanzar una innegable proyección social, aspecto que se ha convertido en clave esencial en la evolución que, en los últimos tiempos, ha experimentado la disciplina. De este modo, la Historia del Arte ha incorporado nuevas líneas de investigación que han transformado su concepción tradicional como disciplina histórica y la han situado a la vanguardia de los nuevos estudios humanísticos, aportando un carácter instrumental y novedosos perfiles profesionales.

La nueva Historia del Arte tiene, pues, como objeto ámbitos de claro interés social, caso de la protección y tutela del Patrimonio Cultural, aportando saberes y reflexiones teóricas fundamentales para la acción protectora, o bien el conocimiento histórico de la ciudad, siendo una aportación científica indispensable en la intervención y protección de los centros históricos y el desarrollo del planeamiento urbano general. Asimismo esta disciplina ha ampliado considerablemente su objeto de estudio, ocupándose de la imagen en todas sus manifestaciones como elemento –por no decir soporte– esencial en la concepción y configuración de la sociedad actual.

Se trata, pues de una enseñanza profesionalizadora, atenta a las demandas sociales y a unos perfiles profesionales, que persigue dar una formación más completa y versátil posible al estudiante, que le haga más adaptable a los cambios constantes de la sociedad y al mercado de trabajo.